SIN PARTICIPACION NO HAY DEMOCRACIA, Felipe de Jesús Balderas Sánchez
SIN PARTICIPACION NO HAY DEMOCRACIA, Felipe de Jesús Balderas Sánchez
A partir de las elecciones de 1994 a la fecha, la participación de los ciudadanos apenas
ha rebasado el cincuenta por ciento de participación en las votaciones. Y en el entendido de que la democracia no se agota en tiempo de elecciones, pasa lo mismo con los referéndums, plebiscitos, consultas populares, la revocación de mandato y las
candidaturas independientes, que tampoco levantan. A esto habrá que sumar los
dislates de los gobiernos en turno, la pasividad de los gobiernos estatales, las
conveniencias de las organizaciones que conforman la estructura de la sociedad
mexicana, la politización del Instituto encargado de promover la democracia en nuestro
país y el desgaste causado por el tema de la polarización.
Ahora, no han sido solamente las malas prácticas de una buena cantidad de servidores
públicos o el presidencialismo o el corporativismo del que se habla en
Ahora, no han sido solamente las malas prácticas de una buena cantidad de servidores
públicos o el presidencialismo o el corporativismo del que se habla en Sin participación
no hay democracia; sino también de la pobreza, la desigualdad, la falta de una educación que no promueve el pensamiento crítico, la corrupción desmedida, el no diferenciar dónde termina lo privado y dónde comienza lo público. La desconfianza generalizada de la ciudadanía por el tema político y por los políticos. La cultura política que no se promueve, ni es parte de los programas del sistema educativo mexicano, ni los organismos que debieran impulsarla; la partidocracia que erosiona el carácter
ciudadano, los medios de comunicación social –periodistas, analistas, comunicadores,
comentaristas, locutores –que poco abonan a la información veraz y al ecosistema
político donde la apatía, la indiferencia y la bulimia ciudadana cada vez se hace más
fuerte, la polarización social y en últimos tiempos hasta la delincuencia organizada que
complican el ecosistema político donde el autogobierno brilla por su ausencia.
En Sin participación no hay democracia, se analiza el estado que guarda la ciudadanía En Sin participación no hay democracia, se analiza el estado que guarda la ciudadanía
en México y el por qué de la pasividad de sus ciudadanos. Los tipos y modelos de
ciudadanía, por qué somos como somos y por qué hacemos lo que hacemos. Una
propuesta sobre la personalidad y las características que debe tener el ciudadano en
estos nuevos tiempos.
La participación ciudadana como un elemento fundante de la democracia y como una La participación ciudadana como un elemento fundante de la democracia y como una
salida necesaria que nos dará la posibilidad de vivir en una sociedad más digna,
incluyente, fraterna y solidaria. Para que haya democracia y por supuesto justicia, se
requiere consolidar una democracia de ciudadanos.